La mayoría de los husos horarios del mundo se basan en el «Tiempo Universal Coordinado» (UTC, estándar horario internacional). Sin embargo, la rotación de la Tierra no es tan regular y es mínimamente menor que cuando se definió este estándar. Por este motivo, de vez en cuando se insertan en la escala UTC los llamados «segundos bisiestos». Dado que la rotación natural de la Tierra no es perfectamente constante, la inserción de segundos bisiestos se realiza según las necesidades y de acuerdo con ningún patrón fijo. Los segundos intercalares son determinados en tal caso por el Servicio Internacional de Referencia y Rotación de la Tierra (IERS). Sin embargo, la institución estatal responsable suele ser la responsable de la hora oficial de un país concreto.
Aunque los segundos bisiestos pasan desapercibidos para la mayoría de la gente, pueden causar problemas a muchos sistemas que requieren un flujo exacto e ininterrumpido del tiempo, como la navegación por satélite, el software, las telecomunicaciones, el comercio e incluso los viajes espaciales.
